martes, 21 de abril de 2020

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Qué es

Los coronavirus son una familia de virus que se descubrió en la década de los 60 pero cuyo origen es todavía desconocido. Sus diferentes tipos provocan distintas enfermedades, desde un resfriado hasta un síndrome respiratorio grave (una forma grave de neumonía).
Gran parte de los coronavirus no son peligrosos y se pueden tratar de forma eficaz. De hecho, la mayoría de las personas contraen en algún momento de su vida un coronavirus, generalmente durante su infancia. Aunque son más frecuentes en otoño o invierno, se pueden adquirir en cualquier época del año.
El coronavirus debe su nombre al aspecto que presenta, ya que es muy parecido a una corona o un halo. Se trata de un tipo d

Causas

Hasta ahora, los coronavirus se transmitían de forma limitada entre humanos. Se desconoce el origen de estos virus, pero se sabe que ciertos animales, como los murciélagos, actúan como reservorios.
Como en otros virus que causan neumonía, cuando se transmiten en humanos, el contagio se produce generalmente por vía respiratoria, a través de las gotitas respiratorias que las personas producen cuando tosen, estornudan o al hablar.


Coronavirus
Todo parece indicar que  nuevo coronavirus, causante de la Covid-19, también conocido como coronavirus de Wuhan, tiene una procedencia animal. De hecho, los primeros casos se han relacionado con un mercado de animales vivos de la ciudad de Wuhan, en China.
En cuanto al MERS, es probable que los camellos sean un importante reservorio para este tipo de coronavirus y una fuente animal de infección en los seres humanos, como especificaba la Organización Mundial de la Salud en su nota descriptiva sobre la enfermedad. Sin embargo, se desconoce la función específica de los camellos en la transmisión del virus y también la ruta o rutas exactas de transmisión.
En origen, el coronavirus MERS-CoV es un virus zoonótico que se transmite de animales a personas. Según se desprende del análisis de varios de sus genomas, se cree que el virus se originó en murciélagos y se transmitió a los camellos en algún momento de un pasado lejano.

Síntomas

En general, los síntomas principales de las infecciones por coronavirus pueden ser los siguientes. Dependerá del tipo de coronavirus y de la gravedad de la infección:
  • Manifestaciones en la piel como sabañones en manos y pies (sobre todo en niños y adolescentes) urticaria con y sin picor o eritema multiforme.
     
  • Escalofríos y malestar general.
     
  • Obstrucción nasal, secreción y goteo.
En espectro clínico de este tipo de infecciones varía desde la ausencia de síntomas hasta síntomas respiratorios leves o agudos. Esta tipología suele cursar con tos, fiebre y dificultades respiratorias. Es frecuente que haya neumonía y, en el caso del MERS, también se pueden registrar síntomas gastrointestinales, en especial, diarrea.
Tal y como ocurre con el virus de la gripe, los síntomas más graves (y la mayor mortalidad) se registra tanto en personas mayores como en aquellos individuos con inmunodepresión o con enfermedades crónicas como diabetes, algunos tipos de cáncer o enfermedad pulmonar crónica. En los casos más graves pueden ocasionar insuficiencia respiratoria.
En la pandemia de Covid-19 se ha constatado que en torno al 80% de las personas infectadas presentan síntomas leves.

Prevención

Hasta la fecha no se dispone de vacuna para combatir las infecciones por coronavirus. Por eso, conocer cómo se transmiten es fundamental para establecer medidas de prevención. Los coronavirus son virus de transmisión aérea. Se transmiten por vía respiratoria a través de las gotas que producen los portadores cuando tosen, estornudan o hablan.
Estas secreciones contienen partículas virales que pueden alcanzar a personas cercanas o depositarse en objetos y superficies próximas. Si alguien toca estas superficies y a continuación se lleva las manos a sus propios ojos, nariz o boca, el patógeno encuentra una vía para entrar en el organismo.
Se ha constatado que el coronavirus más reciente, el SARS-CoV-2, puede sobrevivir en diversas superficies durante varias horas (cobre, cartón) e incluso algunos días (plástico, acero inoxidable). No obstante, hay que tener en cuenta que la cantidad de virus viable desciende con el tiempo y que no siempre está presente en esas superficies en una cantidad suficiente para provocar infección.
Mantener una higiene básica es la forma más eficaz de evitar contraer este virus en los lugares en los que existe un mayor riesgo de transmisión, fundamentalmente las zonas en las que se han registrado casos. Es conveniente lavarse las manos con frecuencia y evitar el contacto con personas ya infectadas, protegiendo especialmente ojos, nariz y boca. A las personas infectadas (o que crean que pueden estarlo) se les aconseja el uso de mascarillas y usar pañuelos para cubrirse la nariz y la boca cuando se tose o se estornuda.
Las personas infectadas por el virus que causa el Covid-19 deben guardar cuarentena desde el diagnóstico de la enfermedad hasta 15 días después de ser dadas de alta. Así lo aconseja la OMS porque se ha observado que, aunque ya estén recuperadas, pueden seguir transmitiendo la infección.

Tipos
En los coronavirus humanos, la gravedad puede variar sustancialmente entre un tipo y otro:

Coronavirus del resfriado

Esta variante de coronavirus corresponde a los tipos 229E y OC43, que provocan los síntomas comunes de un resfriado, aunque en los casos más graves también pueden ocasionar una neumonía en personas de edad avanzada o en neonatos.
Los tipos de coronavirus 229E y OC43 causan los síntomas comunes de un resfriado.


Síndrome respiratorio agudo severo (SARS)

Es una forma grave de neumonía. Provoca dificultad respiratoria y fiebre superior a los 38 grados. El brote de 2002 se extendió por todo el mundo, aunque su frecuencia siempre ha sido mayor en el este asiático.

Síndrome respiratorio de Oriente Medio (MERS-CoV)

Causa graves problemas respiratorios, además de fiebre, tos y dificultad para respirar, aunque en un primer momento puede ser asintomático. En los casos más graves también se produce expectoración de sangre, diarrea y vómitos. Tuvo su primer brote en el año 2012 y desde entonces se han reportado muchos casos en Oriente Medio, aunque también ha llegado a Europa y Estados Unidos.

Coronavirus de la Covid-19

El nuevo coronavirus detectado a finales de 2019, causante del COVID-19, en China muestra una secuencia genética que coincide con la del SARS en un 80%. No obstante, en un principio parece menos virulento y con una tasa de letalidad inferior. En cambio, su transmisión ha sido muy superior, ya  ha causado varios miles de casos más que el SARS y, como consecuencia, el número de fallecimientos también es mucho más elevado.

Diagnóstico

Para determinar la presencia de infección por coronavirus los médicos puede tomar una muestra de nariz y garganta (nasofaríngea) o de sangre. Existen distintos tipos de test de diagnóstico de coronavirus.
En casos de sospecha de coronavirus se suele realizar una tomografía de tórax para determinar los síntomas de neumonía, así como otros análisis de coagulación de sangre, un análisis bioquímico y un conteo sanguíneo. También se realizan pruebas de anticuerpos.
Asimismo, con el fin de contener la transmisión, se efectúa una evaluación a aquellas personas que presentan los síntomas y que puedan ser proclives a contraer el virus.
El control de la temperatura (con cámaras térmicas y termómetros digitales) de las personas que llegan a un aeropuerto procedentes de zonas afectadas ha sido una de las medidas que se han puesto en marcha para detectar posibles casos del Covid-19, tal y como se hizo con los brotes anteriores. También se realizan cuestionarios a los viajeros; en caso de sospecha, se les somete a evaluación y, en su caso, se les traslada a centros sanitarios.
A medida que ha ido evolucionando la pandemia se han incorporado nuevas formas de detección y diagnóstico de la enfermedad.

Tratamientos
No existe ningún tratamiento específico ni vacuna para el SARS-CoV-2, pero se están investigando múltiples prototipos de vacunas en distintas fases de ensayo y diversas combinaciones de fármacos, así como el empleo de plasma de pacientes que se han recuperado.
Entre otros, se estudia la utilidad de la cloroquina, hidroxicloroquina, remdesivir, ritonavir y lopinavir...
No existe una vacuna contra el coronavirus humano que causa resfriado, pero los casos más leves pueden superarse siguiendo los mismos pasos que un catarro común. Esto no requiere intervención médica y simplemente con lavarse las manos de forma frecuente, guardar reposo y beber líquidos de forma abundante los síntomas desaparecerán a los pocos días. También se pueden tomar analgésicos como ibuprofeno o paracetamol para aliviar dolores de garganta o fiebre.
En casos de coronavirus SRAS, MERS CoV y Covid-19, suele ser conveniente el ingreso hospitalario en los casos graves.  En los casos que los médicos lo consideran necesario, se administran antivirales, dosis altas de esteroides para reducir la inflamación pulmonar y un soporte respiratorio con oxígeno o respiración asistida; en ocasiones puede precisar antibióticos, pero solo en caso de que existan infecciones bacterianas sobrevenidas, es decir, sobreinfección.
En resumen, este tipo de infecciones respiratorias se tratan con antivirales (según el criterio del profesional sanitario) y medidas de soporte. El tratamiento se suele adaptar en función de la gravedad del paciente, ya que hay casos en los que se producen neumonías graves, pero en otros las manifestaciones son leves.


El 2019-nCoV es una nueva cepa de coronavirus que no se había encontrado antes en el ser humano hasta diciembre de 2019 en la ciudad centro-oriental china de Wuhan.
La OMS define los coronavirus como ”una amplia familia de virus que pueden causar diversas afecciones, desde el resfriado común hasta enfermedades más graves, como ocurre con el coronavirus causante del síndrome respiratorio de Oriente Medio (MERS-CoV) y el coronavirus que causa el síndrome respiratorio agudo severo (SARS)”.
La Dra. Daniela Paciel*, médica intensivista e infectóloga explicó a Ser Médico las particularidades del 2019-nCoV.
“En el mes de diciembre en China se detecta por primera vez un brote de este virus. Se constata la transmisión de animales a humanos y la transmisión interhumana” informó la Doctora.
Paciel indicó que se producen cuadros leves y cuadros más graves.
Los síntomas habituales son la fiebre y los síntomas respiratorios (tos y disnea). En los casos más graves, pueden causar neumonía, síndrome respiratorio agudo severo, insuficiencia renal e, incluso, la muerte.
“En el contexto de este brote, se ha observado que en China hay una duplicación de casos semanalmente. Esto habla de la forma en que se expande el virus y las probabilidades de que llegue a nuestro país. Por ser tan reciente, todavía no se conoce exactamente el poder de diseminación. Esta velocidad de crecimiento es frecuente que pase cuando hay un brote inicial, pero no sabemos que va a pasar cuando llegue a un nivel estacionario. Puede crecer mucho en esta etapa y luego frenarse” explicó la médica.
“Hoy tenemos un duplicación semanal y uno de cada cuatro pacientes hace una infección grave y uno de cada 10 pacientes de los que hicieron infecciones graves, se muere. Eso es lo que tenemos ahora, y se viene manteniendo, no ha bajado ni aumentado”, agregó.

Precauciones para el personal de la salud

Las medidas que hay que tener en cuenta son: a las personas que se sospeche que pueden tener la enfermedad (la condición para esto es haber viajado a China en los últimos días) se las debe poner en aislamiento.
Si se trabaja a uno o dos metros de los pacientes, se recomienda manejarse con barbijo común, sobretúnica y guantes.
Si se trabaja cerca y con el paciente sospechoso o confirmado se recomienda colocarse el equipo de protección (máscara de alta eficacia) para precauciones por contacto y gotitas, así como cuando se realizan procedimientos que puedan generar partículas aerosolizadas.

Prevención y tratamiento

“Al día de hoy no hay vacunas para este virus. Dado que la mortalidad del virus es alta sería deseable generar una vacuna. Para el SARS y para el MERS, se está trabajando en la búsqueda de una vacuna desde hace años. Como ya están adelantados en ese tema probablemente este virus se incluya en el desarrollo” explicó la doctora.
En cuanto al tratamiento, no hay todavía una evidencia suficiente como para decir que antivirales que ya están en el mercado sean efectivos pero ya hay estudios clínicos para determinar la efectividad de estos.
Lo que hoy se puede hacer con los pacientes es un tratamiento sintomático y sostén de funciones. Mientras no hay un diagnóstico del virus se debe realizar el tratamiento habitual del cuadro clínico que el paciente posea.
Para la población en general se recomienda la buena higiene de manos y respiratoria, el manejo higiénico de los alimentos y, siempre que sea posible, evitar el contacto estrecho con cualquier persona que muestre signos de afección respiratoria, como tos o estornudos.
El Ministerio de Salud Pública mediante el Sistema Nacional de Vigilancia Epidemiológica está en contacto con los organismos sanitarios internacionales y recibe información sobre las características evolutivas del brote.
Asimismo se elaboró una guía con las medidas de prevención y control para los equipos de salud.
De acuerdo a las condiciones y conocimiento actual de la situación, el MSP considera que el riesgo de la aparición de casos en Uruguay es bajo.
Compartimos mapa con geolocalización de los casos del virus y su actualización en tiempo real.
Coronavirus causante del síndrome respiratorio de Oriente Medio (MERS-CoV)
Esta cepa de coronavirus se identificó por primera vez en Arabia Saudita en 2012. Hasta ahora solo se ha descrito un pequeño número de casos, y los datos sobre su transmisión, gravedad e impacto clínico son muy reducidos.